¿Qué tanto hemos respetado a este planeta azul?
¿Vivimos en armonía con los demás elementos de la naturaleza: animales, montañas, árboles, ríos, mar, plantas, etc.?
Día tras día la naturaleza, a través de fenómenos naturales como la lluvia, el nacimiento y muerte de hombres y mujeres, de plantas y animales, el calor, los movimientos de tierra, el frío, el canto de los pájaros, los ríos, los días y las noches, los vientos, las olas del mar, nos demuestra que no estamos solos en la tierra y que todos los seres que habitamos debemos compartirla sin agredirnos y respetarnos mutuamente.
¿Lo hemos hecho?
Si, bien el ser humano se ha esforzado por convivir en armonía con la naturaleza, no siempre ha sido así, y más de una vez los diferentes fenómenos naturales y el hombre se han agredido y han roto el equilibrio del planeta, provocando graves daños al entorno, a las personas y a sus bienes, y a eso si le llamamos desastre.
Si, bien el ser humano se ha esforzado por convivir en armonía con la naturaleza, no siempre ha sido así, y más de una vez los diferentes fenómenos naturales y el hombre se han agredido y han roto el equilibrio del planeta, provocando graves daños al entorno, a las personas y a sus bienes, y a eso si le llamamos desastre.
Ocurrido el desastre, sus efectos se van olvidando con el paso de los días hasta que nuevamente la naturaleza o el hombre nos sorprenden nuevamente. La invitación es a reflexionar en el papel que cada uno juega frente a los desastres, ¿somos activos o pasivos?
Es un hecho que el planeta responde a una irresponsable actuación humana.
Es un hecho que el planeta responde a una irresponsable actuación humana.
¿Podemos, entonces, hacer algo? ¿O habrá que esperar pasivamente a que venga lo que venga?
No olvidemos que somos seres que nos relacionamos e impedir nuestra relación armónica con la naturaleza no sólo altera al planeta, sino también a nosotros mismos.
No olvidemos que somos seres que nos relacionamos e impedir nuestra relación armónica con la naturaleza no sólo altera al planeta, sino también a nosotros mismos.
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