Un equipo serio, comprometido y con un grupo de jugadoras donde todas ella se han convertido en figuras y no hay dependencia de nadie.
Con goles de Diana Ospina, Daniela Arboleda, Alejandra Salcedo, Viviana Díaz (2) y Andrea Arroyave, el conjunto de Paisas Antioquia que dirige José Tomás Cortés, ganó por goleada a Cachacas de Bogotá, qué consiguió el empate transitorio de uno por uno, a través de Natalia Riveros y luego con Carolina Ordoñez el dos por dos de igual manera igualando transitoriamente cuando arrancaba el segundo episodio.
Un compromiso denominado clásico y como tal se jugó, nadie quiso regalar nada, en algunas jugadoras se notó la ansiedad y eso llevó por momentos al conjunto de casa a perder el balón, parecía nublarse el cerebro y cuando éste no responde, el rival le saca provecho a este tipo de situaciones y así le complicó el compromiso a las Paisas en dos oportunidades que estuvo mano a mano; pero a medida que fueron pasando los minutos se perdió ese miedo escénico y el partido fue tomando otro rumbo, el camino fue más claro para las locales.
Un duelo de dos tiempos y sí fue una contienda con mucha potencia, roces en las marcas personales y de buenas acciones, esta última se vivió durante todo el compromiso, hay diferencias de un periodo a otro; en el primero se marcaron tres goles, dos por las antioqueñas y uno por la visita; el primer gol del partido fue del conjunto criollo y a los 54 segundos de haberse iniciado el partido; el empate de las visitantes llega a través de un penal que se ejecuta sobre el minuto 11´49´´; en el complemento los goles fueron cinco para un buen saldo, cuatro para las antioqueñas y uno para las bogotanas.
Los remates en los palos estuvieron al orden del día, las de casa con Arroyave y las Cachacas al principio del compromiso; se tendría un accionar diferente por la manera que se presentaban las jugadas de peligro, en ese momento para los equipos en contienda se generaban llegadas, remates de media distancia en la visita a través de la portera Sánchez y Riveros, pero se le fue acabando el aire al equipo del altiplano y el conjunto antioqueño ya estaba sincronizado, comenzaba a tener mucho más posesión de la pelota, el empate parcial al comenzar el segundo tiempo pareció ser el despertar, el tomar un segundo aire, con la rotación de nómina, el trabajo de marca y las acciones que se construían en terreno contrario comenzaban a marcar diferencia a favor de Antioquia.
Tranquilidad, manejo, profundidad y definición, fueron los ítems que le dieron una victoria amplia al conjunto de las Paisas y estos mismos resultados se verán en la fase final, este conjunto tiene un formato de juego claro, hay sacrificio, no depende de una sola jugadora, todas marcan, corren, conocen bien cuáles son sus obligaciones dentro del campo de juego y ante todo es una familia. Se tener en cuenta la mejoría en la definición, en dos partidos se le marcan 9 goles a un rival como Cachacas, que es un equipo con muchas condiciones, la clasificación se logra ante un gran rival; el promedio había sido muy apretado, el grupo se ha ido soltando y hoy tiene la goleadora y la valla menos vencida del torneo.
Con goles de Diana Ospina, Daniela Arboleda, Alejandra Salcedo, Viviana Díaz (2) y Andrea Arroyave, el conjunto de Paisas Antioquia que dirige José Tomás Cortés, ganó por goleada a Cachacas de Bogotá, qué consiguió el empate transitorio de uno por uno, a través de Natalia Riveros y luego con Carolina Ordoñez el dos por dos de igual manera igualando transitoriamente cuando arrancaba el segundo episodio.
Un compromiso denominado clásico y como tal se jugó, nadie quiso regalar nada, en algunas jugadoras se notó la ansiedad y eso llevó por momentos al conjunto de casa a perder el balón, parecía nublarse el cerebro y cuando éste no responde, el rival le saca provecho a este tipo de situaciones y así le complicó el compromiso a las Paisas en dos oportunidades que estuvo mano a mano; pero a medida que fueron pasando los minutos se perdió ese miedo escénico y el partido fue tomando otro rumbo, el camino fue más claro para las locales.
Un duelo de dos tiempos y sí fue una contienda con mucha potencia, roces en las marcas personales y de buenas acciones, esta última se vivió durante todo el compromiso, hay diferencias de un periodo a otro; en el primero se marcaron tres goles, dos por las antioqueñas y uno por la visita; el primer gol del partido fue del conjunto criollo y a los 54 segundos de haberse iniciado el partido; el empate de las visitantes llega a través de un penal que se ejecuta sobre el minuto 11´49´´; en el complemento los goles fueron cinco para un buen saldo, cuatro para las antioqueñas y uno para las bogotanas.
Los remates en los palos estuvieron al orden del día, las de casa con Arroyave y las Cachacas al principio del compromiso; se tendría un accionar diferente por la manera que se presentaban las jugadas de peligro, en ese momento para los equipos en contienda se generaban llegadas, remates de media distancia en la visita a través de la portera Sánchez y Riveros, pero se le fue acabando el aire al equipo del altiplano y el conjunto antioqueño ya estaba sincronizado, comenzaba a tener mucho más posesión de la pelota, el empate parcial al comenzar el segundo tiempo pareció ser el despertar, el tomar un segundo aire, con la rotación de nómina, el trabajo de marca y las acciones que se construían en terreno contrario comenzaban a marcar diferencia a favor de Antioquia.
Tranquilidad, manejo, profundidad y definición, fueron los ítems que le dieron una victoria amplia al conjunto de las Paisas y estos mismos resultados se verán en la fase final, este conjunto tiene un formato de juego claro, hay sacrificio, no depende de una sola jugadora, todas marcan, corren, conocen bien cuáles son sus obligaciones dentro del campo de juego y ante todo es una familia. Se tener en cuenta la mejoría en la definición, en dos partidos se le marcan 9 goles a un rival como Cachacas, que es un equipo con muchas condiciones, la clasificación se logra ante un gran rival; el promedio había sido muy apretado, el grupo se ha ido soltando y hoy tiene la goleadora y la valla menos vencida del torneo.
Ante unas tribunas llenas, que apoyaron constantemente al equipo local, el Cali un Nuevo Latir se apagó, perdió ante Caimanas en los 40 minutos reglamentarios 6-2 y luego en el extratiempo cayó 3-0 para despedirse de la final de la Copa Postobón de Microfútbol Femenino.
El cuadro cundinamarqués mostró neta superioridad durante los 50 minutos del compromiso en los que Diana Rojas fue la gran figura, no solo por los tres goles que consiguió sino por el aporte y la contribución para su equipo.
Mal comienzo
Quizá el exceso de confianza atentó contra el accionar del equipo local que nunca encontró su nivel.
Las ausencias de jugadoras como Yeizy León y Luz Adriana Rendón afectó notoriamente al equipo, además del balón futbolístico de la goleadora Alexandra Góngora quien aún se muestra temerosa en el terreno de juego.
Ese bache futbolístico del equipo caleño fue aprovechado por las Caimanas que se fueron tomando confianza y llenando de nerviosismo a la portera local, Ana Lorena Gil.
De la mano de la Chiqui Yuli Martínez y con la capacidad de desequilibrio de Diana Rojas, Caimanas se fue arriba lo que acabó con el sistema montado por el profesor Raúl Salcedo.
La chica Rojas, la mejor del campo, rompió los ceros al minuto 9 y su compañera Viviana Romero sacó provecho del descontrol local para aumentar la cuenta al minuto 16. Faltando un minuto largo para concluir el primer tiempo, de nuevo Diana Rojas sacó su repertorio para sentenciar un partido que por lo visto en la primera parte, no parecía cambiar de decorado.
Todo igual
El entusiasmo del público nunca bajó y menos cuando se dio cuenta que el gol diferencia no contaba. Muchos empezaron a pensar en el tiempo suplementario, más cuando Jennifer Villamil y Astrid Miquilena, pusieron el marcador 5-0.
Una leve alegría produjo la portera Ana Lorena Gil quien de larga distancia puso el juego 5-1. Después, en el minuto 36, Johanna Andrade acercó el marcador aún más, pero faltaba otra genialidad de Diana Rojas quien puso cifras concretas con el 6-2 con el que concluyó el juego en su tiempo normal.
Golpe sicológico
La esperanza es lo último que se pierde y el público apoyó al Cali un Nuevo Latir en el tiempo de descanso. Pero iban solo 10 segundos del tiempo adicional cuando Diana Rojas abrió la cuenta.
Ahora sí el desespero jugó en contra del equipo local que perdió las ideas y que quiso llegar, pero sin utilizar la media distancia ni la apertura de la cancha.
Por eso Astrid Miquilena colocó el 2-0 al tercer minuto, mientras que la Chiqui Yuli Martínez, en una gran jugada, le puso la fresa al pastel con el lapidario 3-0 con el que concluyó el partido en su período suplementario.
Figuras
Un gran equipo mostró el profesor Germán Parra, técnico de Caimanas. En ningún momento bajó los brazos y siempre puso las condiciones. Aunque se destacó ampliamente Diana Rojas, por sus cuatro goles, por el peligro que generó y porque siempre impulsó a sus compañeras, también se destacaron Yuli Martínez, Nidia Lozano y Astrid Miquilena, sin desconocer que todas las chicas que ingresaron lo hicieron con lujo de detalles, concentradas y pensando solamente en salir triunfadoras como en efecto aconteció.
El resultado fue justo. Cali dejó de latir y quedó apeado de la gran final de la Copa Postobón de Microfútbol Femenino.
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